¡Hola lectores! Hoy por fin traigo la reseña del último libro de Dan Brown, aunque hace ya unos añitos que lo publicaron. Empecé con muchas expectativas, ya sabéis que Brown es uno de los escritores que más me gustan. ¡Empecemos!

SOBRE EL LIBRO

portada origen

Autor: Dan Brown

Editorial: Booket

Páginas: 640

¿Es una serie? Pertenece a la serie de libros del Profesor Langdon.

ISBN: 8408206168

Puntuación:
3/5

SINOPSIS

Robert Langdon, profesor de simbología e iconografía religiosa de la universidad de Harvard, acude al Museo Guggenheim Bilbao para asistir a un trascendental anuncio que «cambiará la faz de la ciencia para siempre». El anfitrión de la velada es Edmond Kirsch, un joven multimillonario cuyos visionarios inventos tecnológicos y audaces predicciones lo han convertido en una figura de renombre mundial. Kirsch, uno de los alumnos más brillantes de Langdon años atrás, se dispone a revelar un extraordinario descubrimiento que dará respuesta a las dos preguntas que han obsesionado a la humanidad desde el principio de los tiempos.

¿DE DÓNDE VENIMOS? ¿ADÓNDE VAMOS?

RESEÑA

Después de leer esa sinopsis, con estas dos preguntas, con esta premisa, empiezas a devorar el libro. La imagen inicial de Edmon Kirsch, futurólogo, yendo a visitar en medio de la noche a tres de los líderes de tres confesiones religiosas (el obispo Valdespino, confesor del rey, el rabino Yehudda Köves y el Allamah Syed al-Fadl) en la biblioteca del Monasterio de Montserrat. Una reunión secreta con la intención de desvelar la respuesta a las dos preguntas: ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? Tambaleará los cimientos de las religiones.

Robert Langdon ha sido invitado a la presentación del descubrimiento de Kirsch en el Museo Guggengheim de Bilbao, organizada por Ambra Vidal, la prometida del príncipe heredero y directora del Museo. Ese mismo día, es presentado al público asistente al evento a un asistente personal virtual llamado Winston. Inteligencia artificial de lo más sofisticado que nadie ha creado jamás. Una de las creaciones de Kirsch. Sin embargo, antes de que el gran secreto sea revelado, Kirsch es asesinado.

Aquí es donde entra en escena el almirante Luís Ávila, que perdió la fe después de perder a su familia en un atentado.

Con este cóctel de personajes tenemos lo que podría ser una novela perfecta al puro estilo Dan Brown. ¿El problema? Dan Brown está perdiendo fuelle.

Lo primero que no me gustó nada es que siguiera el mismo esquema que con Inferno. Visionario millonario tiene un secreto/cosa a ser revelados pero muere antes de poder hacerlo y Langdon, con su compañera femenina de turno, intentan detener/revelar dicho secreto. En el caso de Origen, ha tocado revelar ese secreto. En el caso de Inferno, refrenarlo. Lo mismo prácticamente, vamos. Quizá el refrito hubiera funcionado mejor si no hubiera recurrido a la misma estructura en dos libros seguidos, pero para su desgracia y nuestra decepción, aún tenemos muy fresco Inferno (y el gran fiasco de la película, ya que estamos).

De nuevo también nos encontramos con dos frentes de villanos, vamos a llamarlos así. Por un lado, Langdon y Ambra son perseguidos por el almirante Ávila, movido por su fe en la Iglesia palmariana (os dejo aquí el enlace por si queréis saber qué tipo de organización es), dirigida por el Regente.

Por otro lado, tenemos a la Guardia Real detrás de nuestros protagonistas, pues el comunicado oficial es que Robert Langdon ha secuestrado a Ambra. Y a todo lo anterior, hay que sumarle que un informante anónimo no para de enviar información al mundo entero, lo que hace enloquecer a las fuerzas de seguridad y a la Casa Real.

La verdad es que no lo tienen fácil.

En cuanto al hilo principal de la historia, de nuevo Brown recurre a su tema estrella, iglesia versus ciencia, o, en este caso, tecnología. Con esto, amplia su catálogo de enfrentamientos entre religión, ciencia y sociedades secretas/sectas. Brown ha exprimido ya la noética, la teoría del origen de la vida en la panspermia, el ataque de los Illuminati y las conspiraciones masónicas y el descubrimiento de la Partícula de Dios, la búsqueda del santo grial y la problemática de la superpoblación y el cambio climático. Era el turno de la tecnología y la inteligencia artificial, aunque esto me recuerda levemente a La fortaleza digital, también de Brown.

Teniendo todos estos elementos en cuenta, me decepcionó bastante que Brown no consiguiera mantenerme pegada a las páginas como sí lo había conseguido con algunas de sus anteriores novelas. Y esta decepción parte a raíz de varios problemas que he podido detectar en el transcurso de prácticamente las 640 páginas que componen el libro. Toda la historia transcurre en un lapso de 48 horas, de Bilbao a Barcelona, a un ritmo tan frenético como al que nos tiene acostumbrados Brown. Sin embargo mientras se lee parece que al relato le falta cierta coherencia, como si algo no encajara.

Por otro lado, nos encontramos que el que había sido siempre el punto fuerte de las novelas de Brown, de pronto flojeaba por todas partes. Brown es un gran investigador, prepara sus novelas a conciencia. Es riguroso y siempre da multitud de detalles históricos y artísticos, pero está claro que el arte modernista no es lo suyo. Sí que describe muy bien las ciudades pero cuando se trata del arte de Gaudí, podemos ver que esa pasión con la que hablaba del arte que colma toda Roma en Ángeles y demonios o del arte que rebosa Florencia en Inferno, no la encontramos por ninguna parte. Creo que todos los que leemos a Brown es, además de por sus historias, por el plus añadido de todos los detalles interesantes que se plantean. Para mí, y siendo más estricta porque habla de mi ciudad, se ha quedado un poco corto en este sentido. Lo que más me gustó fue como retrató el arte de Gaudí, un arquitecto atormentado por sus propias ideas, católico hasta la médula tras años de vida anticlerical, que veía a Dios en la naturaleza; que construía basándose en ella.

En tercer lugar, Brown ha añadido dos subtramas: la relacionada con el príncipe Julián y una segunda con el almirante Ávila. Creo que la subtrama relacionada con el príncipe estaba de más. No aporta nada a la historia y parece una intentona de retratar nuestra sociedad española más monárquica. Es imposible no encontrar los paralelismos. Un rey enfermo, un heredero a punto de subir al trono, un país inestable en cuanto a la monarquía se refiere… y un príncipe a punto de casarse con una periodista. Me pareció una línea argumental un poco forzada, más aún teniendo en cuenta el desenlace entre la relación que se desarrolla a marchas forzadas entre el rey y el príncipe, aunque Brown pudo medio arreglarlo con la introducción del obispo Valdespino como punto de encuentro entre esta trama y la trama principal llevada por Langdon y Ambra, ya que es el obispo la mano derecha y amigo del rey.

En cuanto a la segunda subtrama del almirante Ávila, debo decir que es uno de los personajes que más me ha gustado en cuanto a desarrollo. Después de toda una sucesión de personajes completamente planos y sin evolución (dejando a Langdon a parte, que ya lo conocemos sobradamente), Ávila es el personaje que más llegamos a conocer. Es el villano principal, mandado por el Regente de la Iglesia palmariana a evitar que Kirsch, Langdon y Ambra revelen el secreto. Me gustó mucho la profundidad que Brown le dio al personaje, sus motivaciones personales, lo que le llevó a entrar en esa Iglesia. Ah, y es insoportable hasta decir basta, así que creo que el autor lo ha hecho bastante bien.

Por otro lado, a parte de Ávila, hay dos personajes que tienen cierta notoriedad y son dignos de mención: En primer lugar, Winston, el asistente de inteligencia artificial de Kirsch que acompaña en todo momento a Langdon y Ambra a través del teléfono del futurólogo. Es ocurrente y, por supuesto, inteligente. Casi humano. Tanto que da un poquitín de miedo. Es una creación muy interesante, una muestra de algo que no está tan lejos de suceder en nuestros días y eso lo hace muy real.

Y en segundo lugar, el obispo Valdespino, un personaje tan misterioso como poderoso. No sabes exactamente cuál es su papel en todo este embrollo y resulta estimulante encontrar un personaje que por mucho que lo analices, no consigues desentrañar lo que pasa por su mente. Dentro de la escasez de ese interés innato que nos despierta Brown en sus novelas, tenemos esta pequeña llama que comunica la trama de la Casa Real, con la trama principal y una segunda subtrama relacionada con los líderes de las confesiones religiosas que te mantiene en vilo. No me hubiera disgustado para nada que esta línea hubiera sido más explotada.

Finalmente, después de unos pocos enigmas -más previsibles cada vez que Brown escribe algo nuevo- puedo decir que el final sí que me sorprendió. Hay un plot twist que te rompe todos los esquemas y aunque resulta sorpresivo, se nota que es un final del final añadido simplemente para crear esa sensación de grandiosidad de la novela, una intención de hacer que no olvides cómo termina. Así que imaginad si funciona que hoy para escribir esta reseña, he tenido que ir a buscar un resumen. En su momento me resultó un tanto confuso y a día de hoy no me acordaba, aunque sigo coincidiendo en que después de todos los puntos flojos de la novela, es un buen final.

En conclusiónOrigen es un libro que los fans hemos leído por inercia. Vamos detrás de sus obras ávidos de aventuras que nos tengan enganchados a las páginas de forma incondicional y Brown está perdiendo esa fuerza que lo caracterizaba. Todos queremos al profesor Langdon, pero quizá debería darle un descanso, volver a escribir un libro autoconclusivo fuera de la serie de libros de Langdon y renovar sus ideas. La idea general es buena, parte desde una buena premisa y consigue mantener activa la curiosidad del lector a lo largo de la historia, por lo que es un libro que no dejas a medias, pero sí que para los que esperamos más de Brown, nos quedamos con la ilusión a medio gas.

Lo mejor:

  • El ritmo trepidante.
  • Los paseos por Bilbao y Barcelona.
  • El arte que rodea.
  • La innovación de la temática, relacionada con los superordenadores y los ordenadores cuánticos. 

Lo peor:

  • El recurso refrito que, si bien hasta ahora había funcionado, no se ha aportado nada a la trama que supla el que se ha convertido en el monótono estilo de Brown.