¡Hola lectores!

Llevo queriendo reseñar este libro desde que lo leí, pero ya sabéis que soy un poco desastre, así que prácticamente estoy reseñándolo un año después. Aún y así, me hace mucha ilusión que por fin, esté escribiendo estas palabras <3 ¡Empecemos!

Una educacion

Autora: Tara Westover

Editorial: Lumen

Año: 2018

Páginas: 472

¿Es una serie? No.

ISBN: 8426405169

Calificación:
4.5/5

SINOPSIS

Nacida en las montañas de Idaho, Tara Westover ha crecido en armonía con una naturaleza grandiosa y doblegada a las leyes que establece su padre, un mormón fundamentalista convencido de que el final del mundo es inminente. Ni Tara ni sus hermanos van a la escuela o acuden al médico cuando enferman. Todos trabajan con el padre, y su madre es curandera y única partera de la zona.

Tara tiene un talento: el canto, y una obsesión: saber. Pone por primera vez los pies en un aula a los diecisiete años: no sabe que ha habido dos guerras mundiales, pero tampoco la fecha exacta de su nacimiento (no tiene documentos). Pronto descubre que la educación es la única vía para huir de su hogar. A pesar de empezar de cero, reúne las fuerzas necesarias para preparar el examen de ingreso a la universidad, cruzar el océano y graduarse en Cambridge, aunque para ello deba romper los lazos con su familia.

RESEÑA

Tenía muchas ganas de leer este libro. Tenía unas expectativas altísimas. La suerte quiso que me tocara en un sorteo del club de lectura @paradalector, así que imagináos qué shock.

Sinceramente, a pesar de las expectativas, no sabía muy bien qué iba a encontrarme. La sinopsis (y el libro en sí) no da lugar a dudas sobre el desenlace de la historia. Creo que es el primer libro de este tipo que he leído en mi vida.

La verdad es que según se nos describe, Tara parece una persona ávida de saber que debe luchar contra viento y marea para que la dejen estudiar. Esperamos un drama familiar apoteósico. Sin embargo, nos encontramos con un relato relajado, incluso en los momentos de tensión, y es entonces cuando nos damos cuenta de que los verdaders obstáculos se los ponía en el camino la propia Tara, aunque fuera inconsciente.

El relato de la historia de Tara va desde que era una niña pequeña hasta su temprana madurez post adolescente. Vive en la montaña con su familia, alejada de lo que llamarían «el mundanal ruído». Allí ayuda a su padre en el negocio de la chatarra mientras su madre, curandera, les enseña a sus hijos lo básico para saberse manejar en la vida, siempre y cuando el trabajo lo permitiera.

No voy a tildar de disfuncional a una familia cuyas creencias condicionan su modo de vida, por lo que hablaré de una familia en la que tiene más peso la fe que cualquier otra cosa. Los padres de Tara, sobre todo su padre, es mormón y un poco extremista. Todos los años se preparan para un posible fin del mundo, trabajan de sol a sol para tener provisiones de gasolina, de comida y de medicamentos naturales para poder ser autosuficientes, ya no sólo ante el apocalipsis sino también ante el propio sistema. No creen en médicos ni en el Gobierno; el padre de Tara cree que el Gobierno los tiene vigilados constantemente y que todos los trámites que impliquen saber su estado físico y/o mental e incluso su ubicación, es dar demasiada información. Su madre por su parte, comparte las creencias del padre aunque durante la lectura me pareció que retiraba más hacia la practicidad y hacia el amor por sus hijos.

Ante este panorama se cría Tara, con una mezcla de ambiente paranoico y de abusos por parte de sus mayores y sus hermanos. A través de una niña casi mujer, podemos descubrir prácticamente un mundo nuevo, dominado por las creencias.

A mi parecer, tal y como avanzaba, el mayor obstáculo que tiene es superar sus propios límites, aunque provengan de otra fuente. Sus padres le han transmitido sus creencias y años de inculcación hacen mella. Sin embargo, es consciente de que puede tener y merece algo mejor, merece una vida propia, una educación. Y sólo si consigue por sí misma ir derrumbando esas barreras mentales conseguirá hacerse camino.

Me ha parecido una historia de superación digna de ser contada. No sólo por la gran hazaña que le ha supuesto a la autora conseguir llegar hasta este punto, sino porqué los temas que se abordan no suelen contarse con tanta naturalidad como lo hace ella. Nos permite ver cuán pequeño es el mundo para algunas personas, que no saben que existe algo más allá de lo que tienen únicamente por haber nacido en una u otra familia.

A pesar de todo ello, no es imposible empatizar con todos y cada uno de los personajes; padres, hermanos, vecinos y otros familiares cercanos a Tara: todos tienen su verdad. Y reflexionas, sobre la vida, sobre cómo la viven los demás y sobre si algunas cosas son tolerables o no, o si se les puede perdonar, porque al final, son víctimas de un sistema, de sus creencias, que marcan finalmente su comportamiento. Es como un círculo vicioso.


Fue sin duda la mejor lectura de 2019 y se ha convertido en uno de mis libros favoritos. Creo totalmente que este libro debería ser de lectura obligatoria en los colegios. Durante años sufrimos las lecturas de autores que no nos aportan nada, con las que a cada página que pasamos sufrimos un tormento, cuando tenemos joyas contemporáneas como esta. La lectura es perfectamente adecuada a partir de los 14-15 años. Espero que algún día lo sea.

Y hasta aquí la reseña de hoy, ¡nos vemos en unos días!

Lo mejor:

  •  La simplicidad de la narración. Narración sencilla para una historia compleja. 
  • La facilidad con la que Tara transmite su evolución a lo largo de su vida. 
  • Lo patente que queda la falta de información y de formación que existe en algunos sectores poblacionales de Estados Unidos. 

Las peores sensaciones:

  • El fanatismo religioso y el daño que puede hacer el aislamiento y la paranoia. 
  • El abuso sufrido por Tara y la indiferencia sufrida por las personas de su entorno.