Fuimos canciones – Elísabet Benavent

Benavent vuelve con otra de sus historias cañeras, llena de dudas y de impulsividad, de sexo y culpa.

La verdad es que la primera vez que empecé a leerlo no me acabó de atrapar. La segunda vez que le di una oportunidad, me cazó.

Benavent nos presenta en esta novela a Macarena y sus dos mejores amigas, Jimena, la desorganizada, alocada y sin filtros y Adriana, la dulce, apaciguadora y la que, sorprendentemente, está más hecha un lío. Macarena trabaja como ayudante de una influéncer de moda, Pipa, una chica con grandes ínfulas de grandeza que es mostrada como una tirana (que sí, que lo es) pero no es del todo feliz. Pipa prácticamente le hace la vida imposible y su vida amorosa, por así llamarla, con su “amigo” Coque, tampoco es para tirar cohetes. Y luego está, según Maca lo llama, “el puto Leo”, el gran amor de Maca que le rompió el corazoncito y el alma en mil pedazos años atrás. Y por si fuera poco, se reencuentra con él mientras el mismo mantiene una cita con Raquel, otra influencer de moda más maja que las pesetas con la que se profesan un cariño mutuo.

Elísabet presenta de nuevo todos los elementos para que todo salga terriblemente mal (¿o terriblemente bien?). Todo esto, mientras Jimena se vuelve loca buscando al hombre perfecto, comparando a todos los que conoce con su (descanse en paz) Santi amor quinceañero, el cual asegura que le envía señales del más allá para que esté o no esté con esté o aquél hombre. Está un poco allá, pero es un personaje maravilloso. Y Adri, la tranquila y centrada Adri, casada con Julio, que no sabe qué le pasa pero le pasa algo con su matrimonio pero tampoco quiere aceptarlo. Hasta que alguien muy inesperado le rompe todos los esquemas.

Lo de Leo es otra historia. Benavent nos trae a su típico homme fatale para añadir a la colección. Pero que esto no os eche para atrás, ¡que la autora nunca decepciona! Profesor de literatura, cuerpo atlético, unos ojos de infarto y una conducta que le sacaría los colores a los más atrevidos. E irremediablemente enamorado de Maca, pero como es un capullo, se tiene que aguantar con lo que le ha tocado.

Y ya está, tenemos lista una bomba a punto de explotar.

La verdad es que al final la historia tiene mucho gancho. Se va mezclando el mundillo de la moda y lo difícil que es manejarse en él con los entresijos de unas casi treintañeras que viven en Madrid y que más o menos saben qué hacen en la Tierra, pero no del todo.

En cuanto a la evolución de los personajes, la autora permite que vayamos viendo cómo tanto principales como secundarios van avanzando, cometiendo errores y a veces enmendándolos, como la vida misma. Al final, me ha resultado un libro muy entretenido y me acabó enganchando. Es una novela divertida, pero de las de verdad. Yo no suelo reírme con los libros pero Benavent me ha sacado algunas carcajadas con éste. En mi opinión, la genialidad de este libro radica en el hecho de que tanto la historia de Maca como protagonista como las historias de Jimena y Adri como secundarias tienen mucho peso por sí solas, y no sólo lo tiene la historia principal, como suele ser habitual. Sus diferentes carácteres y las historias tan extrapoladas que viven hacen de esta experiencia Benavent algo con olor a nuevo pero que te recuerda con cariño a sus historias pasadas.

Sin duda, Benavent sabe lo que se hace y esperemos que siga así muchos años más.